La lucha sexual de Julio César contra un Gladiador
Entre dos ofensivas militares contra la Galia, Julio César se relaja en un sofá con un gladiador, que acaba de ganar su primer combate. Para recompensarle, le ofrece el mejor vino italiano. Pero pronto, la conversación se vuelve más personal y César, al que no se le puede decir que no, expresa claramente su intención de probar el culo de esta joven cachonda. El gladiador está encantado de satisfacer los deseos secretos del emperador romano y se levanta para besar sus jugosos labios. Luego, se arrodilla para tragar la polla de César. Mueve su húmeda y caliente boca arriba y abajo sobre la dura polla de su amo, haciendo girar su lengua sobre la cabeza de la jugosa polla de César.